6 de octubre de 2011

Saludos Presos Políticos de Palogordo-Girón al CNTTyS

Los presos políticos y prisioneros de guerra confinados en la Penitenciaría Nacional de Alta Seguridad de Girón – Santander, nos unimos a la realización de este evento de gran importancia en la gesta emancipadora que nuestro pueblo sostiene desde hace varios siglos contra toda clase de dominación y opresión.

En primer lugar, enviamos un efusivo saludo a las compañeras y compañeros presentes; hombres, mujeres y niños que hoy asistimos a una cita con la historia, ratificando el compromiso que nos asiste con la vida, con nuestros pueblos, con nuestros antepasados, y principalmente asistimos a ratificar el compromiso con nuestras futuras generaciones.

Aprovechamos esta oportunidad para compartir nuestras opiniones respecto al eje temático propuesto para desarrollar durante el congreso y para denunciar las precarias condiciones de cautiverio en que nos encontramos el 90% de los prisioneros del régimen fascista, el cual sigue empeñado en arreciar sus planes de represión contra las mayorías empobrecidas de nuestro país.

Compañeras y compañeros, hoy celebramos este congreso en un momento álgido para las economías del capitalismo salvaje, en un escenario que manifiesta una vez más la decadencia e ineptitud para dirigir el futuro de la humanidad, en ese sentido, no podemos ser inferiores al ejemplo inclaudicable de aquellos hombres y mujeres que han entregado todo en la lucha por la libre autodeterminación de los pueblos.

Y no seremos inferiores porque aquí nos encontramos construyendo tejido social, organizando la continuidad de nuestra marcha y fortaleciendo los imaginarios populares que sin lugar a dudas, redundará en la construcción de un nuevo proyecto de región, de país y en la unidad y fraternidad de los pueblos.

Hoy, seguimos insistiendo en la unidad de todos los sectores populares como un elemento fundamental en la correlación de fuerzas entre la oligarquía, sus aparatos de dominación y opresión, contra la conciencia, la memoria y la voluntad inquebrantable de un pueblo que resiste y lucha batiéndose como una fiera indomable. La unidad es parte de la victoria, he ahí un principio determinante en la confrontación de clases, porque si de algo estamos seguros es que el sistema oligárquico y corrupto no vacilará jamás en sostener la guerra contra nuestro pueblo, basta hacer un somero repaso de nuestro alrededor para tener una idea clara de la situación.

Si miramos el origen de las grandes luchas en nuestra patria, estas se desarrollan por la obtención de la tierra y la explotación de los recursos naturales a lo largo de la historia, recordemos que los españoles y otros europeos invadieron estos territorios arrasando todo lo que encontraban a su paso, esclavizaron nuestros pueblos e impusieron sus culturas. 300 años de barbarie pasaron para que resurgiera la esperanza, Tupac Amaru, los comuneros, Bolívar y cientos de hombres y mujeres dieron traste con un periodo de exterminio ; sin embargo los anhelos de libertad, de autodeterminación se vieron truncados por la ambición de unos cuantos criollos y gamonales que se perfilaron como la clase dominante, se repartieron los territorios dividiendo los pueblos y crearon la figura del Estado para legalizar su poder y mantener sus privilegios a costa de la pobreza y miseria de millones de seres humanos.

Nuestro territorio sigue siendo un escenario de ardua confrontación entre ricos y pobres, en un conflicto que tiene un carácter internacional por la intervención directa del imperialismo norteamericano. La oligarquía y sus aliados son consientes del gran valor geoestratégico de estas tierras, por lo tanto han diseñado un modelo económico, político y social fundamentado en la teoría neoliberal que no es otra cosa que la explotación irracional de los recursos naturales renovables y de la subyugación total de las regiones y comunidades.

Es por eso que como presos políticos acompañamos y celebramos la realización de estos espacios de construcción desde las víctimas, los campesinos, los indígenas, los afrodescendientes, de las mujeres y hombres presentes en este congreso; para la generación de estrategias y propuestas alternativas a las impuestas por el modelo neoliberal para la defensa de la tierra, el territorio y la soberanía de nuestro pueblo.

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